Pedro me dice que algo grande estaba por comenzar y que no supo entenderlo bien. Su voz el mensaje, su historia de amor la perfecta real poesía. Yo muero con vos Murphy, muero.
Después, mis manos teñidas de pintura negra, hoy soy toda la obrera que siempre quise ser. Se me abrió la puerta al galpón del futuro (si, volví a hablar de él!) y lo pinto, lo barro, me meto y organizo. Ya me verán, allá por La Boca …
Pero mientras tanto me sumerjo en sales neutras, con hidruros y la menor valencia del elemento …
Para siempre, no lo olviden.
There’s a place where we can meet se lee bajo mi piel, y lo miro cada vez que me despierto para no olvidarme por qué sigo.

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