lunes, 24 de noviembre de 2008

SALA DE PSICOPATOLOGÍA*

Después de años en Europa
Quiero decir París, Sain-Tropez, Cap
St. Pierre, Provence, Florencia, Siena,
Roma, Capri, Ischia, San Sebastián.
Santillana del Mar, Marbella,
Segovia, Ávila, Santiago
y tanto
y tanto
Por no hablar de New York y del West Village con rastros de muchachas estranguladas
-quiero que me estrangule un negro-dijo
-lo que querés es que te viole-dije (¡oh Sigmund! Con vos se acabaron los hombres del mercado matrimonial que frecuenté en las mejores playas de Europa)
y como soy tan inteligente que ya no sirvo para nada,
y como he soñado tanto que ya no soy de este mundo,
aquí estoy, entre las inocentes almas de la sala 18,
persuadiéndome día a día
de que la sala, las almas puras y yo tenemos sentido, tenemos destino.
-una señora originaria del más oscuro barrio de un pueblo que no figura en el mapa dice:
-El doctor me dijo que tengo problemas. Yo no sé. Yo tengo algo aquí (se toca las tetas) y unas ganas de llorar que mama mía.
Nietzche: “Esta noche tendré una madre o dejaré de ser.”
Strindberg: “El sol, madre, el sol.”
P.Éluard: “Hay que pegar a la madre mientras es joven.”
Si, señora, la madre es un animal carnívoro que ama la vegetación lujuriosa. A la hora que la parió abre las piernas, ignorante del sentido de su posición destinada a dar a luz, a tierra, a fuego, a aire,
pero luego una quiere volver a entrar en esa maldita concha,
después de haber intentado nacerse sola sacando mi cabeza por mi útero
(y como no pude, busco morir y entrar en la pestilente guardia de la oculta ocultadora cuya función es ocultar)
hablo de la concha y hablo de la muerte,
todo es concha, yo he lamido conchas en varios países y sólo sentí orgullo por mi virtuosismo –la mahatma gandhi del lengüeteo, la Einstein de la mineta, la Reich del lengüetazo, la Reik del abrirse camino entre pelos como de rabinos desaseados -¡oh el goce de la roña!.
Ustedes, los mediquitos de la 18 son tiernos y hasta besan al leproso, pero
¿se casarían con el leproso?
Un instante de inmersión en lo bajo y en lo oscuro,
si, de esos son capaces,
Pero luego viene la vocecita que acompaña a los jovencitos como ustedes:
-¿Podrías hacer un chiste con todo esto, no?
Y
si,
aquí en el Pirovano
hay almas que NO SABEN
por qué recibieron la visita de las desgracias.
Pretenden explicaciones lógicas los pobres pobrecitos, quieren que la sala –verdadera pocilga- esté muy limpia, porque la roña les da terror, y el desorden, y la soledad de los días vacíos habitados por antiguos fantasmas emigrantes de las maravillosas e ilícitas pasiones de la infancia.
Oh, he besado tantas pijas para encontrarme de repente en una sala llena de carne de prisión donde las mujeres vienen y van hablando de mejoría.
Pero
¿qué cosa curar?
Y ¿por dónde empezar a curar?
Es verdad que la psicoterapia es su forma exclusivamente verbal es casi tan bella como el suicidio.
Se habla.
Se amuebla el escenario vacío del silencio.
O, si hay silencio, éste se vuelve mensaje.
-¿Por qué está callada? ¿En qué piensa?
No pienso, al menos no ejecuto lo que llaman pensar. Asisto al inagotable fluir del murmullo. A veces –casi siempre- estoy húmeda. Soy una perra, a pesar de Hegel. Quisiera un tipo con una pija así y cogerme a mi y dármela hasta que acabe viendo curandero (que sin duda me la chuparan) a fin que me exorcicen y me procuren una buena frigidez.
Húmeda
Concha de corazón de criatura humana,
corazón que es un pequeño bebé inconsolable,
“Como un niño de pecho he callado mi alma” (Salmo)
Ignoro que hago en la sala 18 salvo honorarla con mi presencia prestigiosa (si me quisieran un poquito me ayudarían a anularla)
oh no es que quiera coquetear con la muerte
yo quiero solamente poner fin a esta agonía que se vuelve ridícula a fuerza de prolongarse,
(Ridículamente te han adornado para este mundo –dice una voz apiadada de mi)
Y
Que te encuentres con vos misma –dijo.
Y yo le dije:
Para reunirme con el migo de conmigo y ser una sola y misma entidad con él tengo que matar al migo para que así se muera el con, y de este modo, anulados los contrarios, la dialéctica suplicante finaliza en la fusión de los contrarios.
El suicidio determina
un cuchillo sin hoja
al que le falta el mango.
Entonces:
adiós sujeto y objeto,
todo se unifica como en otros tiempos, en el jardín de los cuentos para niños lleno de arroyuelos de frescas aguas prenatales,
ese jardín es el centro del mundo, es el lugar de la cita, es el espacio vuelto tiempo y el tiempo vuelto lugar, es el alto del momento de la fusión y del encuentro,
fuera del espacio profano en donde el Bien es sinónimo de evolución de sociedades de consumo,
y lejos de los enmierdantes simulacros de medir el tiempo mediante relojes, calendarios y demás objetos hostiles,
lejos de las ciudades en las que se compra y se vende (oh, en ese jardín para la niña que fui, la pálida alucinada en los suburbios malsanos por los que erraba del brazo de las sombras: niña, mi querida niña que no has tenido madre (ni padre, es obvio)
De modo que arrastré mi culo hasta la sala 18,
En la que finjo creen que mi enfermedad de lejanía, de separación de absoluta NO-ALIANZA con Ellos
-Ellos son todos y yo soy yo-
finjo, pues, que logro mejorar, finjo creen a estos muchachos de buena voluntad (¡oh, los buenos sentimientos!) me podrán ayudar,
pero a veces –a menudo- los recontraputeo desde mis sombras interiores que estos mediquillitos jamás sabrán conocer (la profundidad, cuanto mas profunda, mas indecible) y los puteo porque evoco a mi amado viejo, el Dr. Pichon R., tan hijo de puta como nunca lo será ninguno de los mediquitos (tan buenos, hélas!) de esta sala.
pero mi viejo se muere y éstos hablan y, lo peor, éstos tienen cuerpos nuevos, sanos (maldita palabra) en tanto mi viejo agoniza en la miseria por no haber sabido ser una mierda práctico, por haber afrontado el terrible misterio que es la destrucción de un alma, por haber hurgado en lo oculto como un pirata –no poco funesto pues las monedas de oro del inconsciente llevaban carne de ahorcado, y en un recinto lleno de espejos rotos y sal volcada-
viejo remaldito, especie de abordo pestífero de fantasmas sifilíticos, cómo te adoro en tu tortuosidad solamente parecida a la mía,
y cabe decir que siempre desconfié de tu genio (no sos genial; sos un saqueador y un plagiario) y a la vez te confié,
oh, es a vos que mi tesoro fue confiado,
te quiero tanto que mataría a todos estos médicos adolescentes para darte a beber de su sangre y que vos vivas un minuto, un siglo más,
(vos, yo, a quienes la vida no nos merece)

Sala 18
Cuando pienso en laborterapia me arrancaría los ojos en una casa en tuinas y me los comería pensando en mis años de escritura continua,
15 o 20 horas escribiendo sin cesar, aguazada por el demonio de las analogías, tratando de configurar mi atroz materia verbal errante,
porque –oh viejo hermoso Sigmund Freíd- la ciencia psicoanalítica se olvidó la llave en algún lado:
Abrir se abre
Pero ¿cómo cerrar la herida?

El alma sufre sin tregua, sin piedad, y los malos médicos no restañan la herida que supura.
El hombre está herido por una desgarradura que tal vez, o seguramente, le ha causado la vida que nos dan.
“Cambiar la vida” (Marx)
“Cambiar el hombre” (Rimbaud)
Freud:
“La pequeña A. está embellecida por la desobediencia”, (Cartas …)

Freud: poeta trágico. Demasiado enamorado de la poesía clásica. Sin duda, muchas claves las extrajo de “los filósofos de la naturaleza, de “los románticos alemanes” y, sobre todo, de mi amadísimo Lichtenberg, el genial físico y matemático que escribía en su diario cosas como:
Él le había puesto nombres a sus dos pantuflas
Algo solo estaba, ¿no?
(¡Oh, Lichtenberg, pequeño jorobado, yo te hubiera amado!)
Y a Kierkegaard
Y a Dostoyevski
Y sobre todo a Kafka
a quien le paso lo que a mí, si bien el era púdico y casto –“¿Qué hice del don del sexo?”- y yo soy una pajera como no existe otra;
pero le paso (a Kafka) lo que a mí:
se separó
fue demasiado lejos en la soledad
y supo –tuvo que saber-
que de allí no se vuelve

se alejó –me alejé-
no por desprecio (claro es que nuestro orgullo es infernal)
sino porque una es extranjera
una es de otra parte,
ellos se casan,
procrean,
veranean,
tienen horarios,
no se asustan por la tenebrosa
ambigüedad del lenguaje
(No es lo mismo decir Buenas noches que decir Buenas noches)




*Alejandra Pizarnik escribió este poema durante su estadía en el Hospital Pirovano. El texto, tal como se reproduce, está mecanografiado y lleva correcciones hechas a mano por la autora …





… Junto con ‘perfecto’ podría decir demasiado, pero nunca suficiente.
Y definitivamente, ‘he de morir de cosas así’.


(Demasiado pura para esta vida corazón, enorme!)

2 comentarios:

Druida del Sur dijo...

...para vos... que no se si me mataste a proposito
o use tu imagen para suicidarme...

las tablas del teatro sufren el tiempo perdido, llenas de sangre

el guerrero ama sin buscar una respuesta, ese ejercicio espiritual
es duro y no se para que sirve...

-






En esta noche, en este mundo

A Martha Isabel Moia


I

en esta noche en este mundo
las palabras del sueño de la infancia de la muerte
nunca es eso lo que uno quiere decir
la lengua natal castra
la lengua es un órgano de conocimiento
del fracaso de todo poema
castrado por su propia lengua
que es el órgano de la re-creación
del re-conocimiento
pero no el de la resurrección
de algo a modo de negación
de mi horizonte de maldoror con su perro
y nada es promesa
entre lo decible
que equivale a mentir
(todo lo que se puede decir es mentira)
el resto es silencio
sólo que el silencio no existe


II

no
las palabras
no hacen el amor
hacen la ausencia
si digo agua ¿beberé?
si digo pan ¿comeré?


III

en esta noche en este mundo
extraordinario silencio el de esta noche
lo que pasa con el alma es que no se ve
lo que pasa con la mente es que no se ve
lo que pasa con el espíritu es que no se ve
¿de dónde viene esta conspiración de invisibilidades?
ninguna palabra es visible

sombras
recintos viscosos donde se oculta
la piedra de la locura
corredores negros
los he recorrido todos
¡oh quédate un poco más entre nosotros!

mi persona está herida
mi primera persona del singular

escribo como quien con un cuchillo alzado en la oscuridad
escribo como estoy diciendo
la sinceridad absoluta continuaría siendo lo imposible
¡oh quédate un poco más entre nosotros!


IV

los deterioros de las palabras
deshabitando el palacio del lenguaje
el conocimiento entre las piernas
¿qué hiciste del don del sexo?
oh mis muertos
me los comí me atraganté
no puedo más de no poder más
palabras embozadas
todo se desliza
hacia la negra licuefacción


V

y el perro de maldoror
en esta noche en este mundo
donde todo es posible
salvo
el poema


VI

hablo en fácil hablo en difícil
sabiendo que no se trata de eso
siempre no se trata de eso
oh ayúdame a escribir el poema más prescindible
el que no sirva ni para
ser inservible
ayúdame a escribir palabras
en esta noche en este mundo

8 de octubre de 1971



De: Textos de sombra y últimos poemas


ALEJANDRA PIZARNIK

Druida del Sur dijo...

-¿Es sucio el sexo? Solamente si se hace bien
-La masturbación es el sexo con alguien a quien amas
-El sexo es lo más divertido que se puede hacer sin reír.
-Sólo existen dos cosas importantes en la vida: la primera es el sexo y la segunda no me acuerdo
-El sexo sin amor es una experiencia vacía. pero como experiencia vacía es una de las mejores
-El amor es la respuesta, pero mientras usted la espera, el sexo le plantea unas cuantas preguntas

Woody Allen
Director, Guionista y Actor norteamericano, 1935