sábado, 3 de enero de 2009

volaron

Habiendo tanta perra en celo el sujeto cruza la avenida, se le antepone un ser que se lo interpretará como damisela y la estúpida historia comienza. Tomando lugar el inicio como quien avanza paso tras paso, se da lugar a la confusión y a la escasez de entendimiento. No habrá manera, dictaminó quien escribió la clara negación, de borrar el recuerdo, ya que habiendo infinitos recovecos en los cuales este se aloja, por mas exacta y perfecta que sea la maquina, sin importar el lugar de procedencia siquiera, será imposible llegar a cada una de las locaciones.

¿Cuál es el siguiente paso a dar?
El de la caída.

El recuerdo seguirá estando
¿Y a quién le importa?

La máquina no era perfecta, era más que eso.

(Con esta maquina ya tracé la línea que divide, con esta maquina hice el destino. Bienvenido a la invención.)


(A pie de pagina se podía leer:

“Importancia: Eran todos perfectos, hasta que dejaron de serlo”)


-Necesito un tiro que me de en la sien- decia él.

1 comentario:

María Ethos dijo...

para,
me acabo de acordar
de
para, para.
el flaco en el bar de
corrientes y callao
hace ... 3 años
dio catedra abierta de por qué tomaba merca ...
oh santificada seas maldita bastarda.
la cuestion era que ahora me voy
y cuando llegue rememoro.