Y todavía hay bellezas que destruyen armaduras.
Me vienen a hablar del poder, de mi poder … Que destrucción hermosa. El personaje creado comienza a ser cuestionado desde afuera. Y si supieran que es mucho más complicado, pero hermosamente (debo decirlo) puro debajo de toda la ‘maleza’.
Algún día … algún día hablaré como corresponde.
Mientras tanto, me como un poco por dentro … Y la música bien alta al oído reconstruye de a poco.
Y ves pasar las horas con su nueva invalidez que produce una transición lenta entre segmentos cronometrables ...
Te daría todo,
Pero yo.
Para qué los desafíos si perdí al acceder? Me tomo el atrevimiento de perder en mis propios juegos. Eso si es parte del poder.
Idiota.
No me quejo de no ser comprendida, porque no explicar siempre fue el objetivo.
Represión. Mi única arma interna.
Me hace bien, me hace mal.
Y no busco que comprendan.
domingo, 7 de septiembre de 2008
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