zombie

Un tango para el funeral ... y ¡el que sigue!
Hacemos una industria del cansancio, dando cátedra de resignación con cara de ‘it doesn’t matter’.
Un par de nadies balbuceando palabras en alemán, creyendo incluso saber que estaban diciendo … -“Lo que pasa es que Rammestein ya es demasiado accesible, todos los pelotudos los escuchan …”- pienso pero no digo.
Uno más desastre que el otro, hasta me ganaban a mi, siendo yo un vagabundo. Debo reconocer que el aro del chico que más balbuceaba me perturbó demasiado, acaso la moda de la argolla en la oreja del hombre no había muerto en los 90? Que aterrador, le faltaba el chaleco de cuero …'ponete un jean bien ajustadito, tiro alto, un chalequito y estás eh …’-dije, pero no en su cara … jamás podría haber comprendido mi humor …
Su amigo poco atractivo finalizaba mi fusilamiento con su tan gallego pañuelo negro en su cabeza … Hicimos muchos chistes que mi sueño invasor me impide recordar con la exactitud necesaria como para describirlos …
Mi mente hizo clic y todo se activó casi a la perfección. Descubrí que ya no quiero nada. Mi espíritu consumista y el deseo por adquirir ha muerto, y aunque mi profesor diga que nunca lo seremos (y yo esté de acuerdo) hoy me siento más ‘libre’ que antes … Un paso más y vendrá el vacío abrasador del incierto porvenir … que placer (aunque no crea mucho en lo inesperado del futuro … como si ya no hubiésemos planeado todas las posibilidades … pero por favor …).
El materialismo de las nenas, el caradurismo del ‘hombre’, como mutan las personas, como destruyen y como dejo arruinar mi cerebro …
A esta altura, todo me da asco …
Y algo me dice que debería haber algo más en mi presente a parte de convivir con ese maldito sedante en la sangre que no tiene origen ni fin, trance del cual ni salgo en sueños porque no puedo contra la imposibilidad del dormir y del sentir ese placer que fue … Vamos a ver de cuanto me puede servir dormir sin límite alguno.


Amo estar presente y no ser parte.